El fallecimiento de una persona puede generar una situación de desamparo económico en su familia. El seguro es una herramienta que permite paliar las consecuencias de una desgracia de esta magnitud. Así lo demuestran los datos del Informe Estamos Seguros 2016. De acuerdo con este trabajo elaborado por UNESPA, el sector asegurador indemnizó 49.996 defunciones en 2016. La compensación media por óbito fue de 34.427 euros.